
La visión ministerial cristiana de un creyente que sirve al Señor Jesucristo va más allá de toda percepción, el creyente podrá ser el mejor predicador, el mejor director de alabanza, el mejor instructor de escuela dominical, el mejor director del grupo coral, el mejor maestro musical, el mejor vocalista, el mejor pianista, el mejor ejecutor de instrumentos de viento, de cuerdas y todos sus derivados, el más elocuente expositor y conocedor en teologia, y poseedor de una gran variedad de dones y virtudes. Pero nunca perder de vista (más objetivo, no quedarse ciego) , en cual es el objetivo de su vida y más importante su propósito ministerial.
Hubo un concierto recientemente el cual me puse a pensar, el Hermano que lo dirige de una manera profesional, estará viviendo el gozo de su salvación, y practicando la santidad y vida de oración. Los hermanos que cantan, que ejecutan sus instrumentos de manera virtuosa y excelente estarán viviendo esa santidad en oración y gozo de su salvacion o al menos procurarla para que Dios nos use como instrumentos dignos en su obra.
En verdad que podemos hacer la mejor exhibición de nuestros dones y virtudes pero ante Dios podremos hacer el mejor acto de humildad al ejercer nuestro ministerio con santidad y amor; sobre todo la comunión y vida en oración, o sólo es superficial lo que manifiesto ante los oyentes y escuchas. Podrá tener mi vida el impacto sobre ellos de lo que Dios quiere que seamos sino práctico lo que Dios me pide para poder usar mi vida y trasportar al oyente a animarlo a crecer en su vida cristiana, al servirle al Señor teniendo el gozo de la salvación y vivirla intensamente unido a una vida donde se procura la santidad.
Tener visión ministerial es saber que mis dones y virtudes Dios las usara cuando practico y ejerzo mi ministerio, pero estará limitada al ser un instrumento útil en su obra sino estoy como el instrumento que ejecuto afinado en mi preparación, cual es mi objetivo, puestas bien las cuerdas de la nota de la humildad, de la sencillez, del gozó de mi alabanza, de la santidad porque que se para que lo hago, dando la mejores notas y sonido de vivir como Dios al cual sirvo quiere que lo haga. En mi trabajo, en mi escuela, en mi hogar, en mi familia, en mi ministerio.
Dice el apóstol Pablo:
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
Filipenses 3:12-15
mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
1 Corintios 13:10-12
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
2 Timoteo 2:19-21
Conoceré algún día, en mi visión ministerial, si viví como debí haber vivido sin perder de vista para que Dios me escogió y como fui conocido, en todo lugar donde estuve mientras viví en la tierra y a cuantos alcanzaron mís virtudes para la gloria de Dios.
Bendiciones para su ministerio cualquiera que este sea hermanos en Cristo Prosigamos a la meta...
Vggi.Julio 2015
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