“Entonces María dijo:

Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la bajeza de su sierva.” (Lucas 1:46-48).

"¿Cómo puede ser María madre de Dios, si Dios no tiene principio ni fin? Él es eterno."

La Iglesia Católica ha proporcionado muchos, títulos a María la madre de Jesús. El título más común es “LA MADRE DE DIOS.” Se llama "madre" a la mujer que engendra un hijo/hija.  Si reconocemos que María engendró y dio a luz a Jesús, entonces reconocemos que María es madre de Jesús, no de Dios, pues siendo Dios Eterno, es Increado, no tiene principio ni fin, Él EXISTE POR SI MISMO DESDE LA ETERNIDAD.

María fue madre de Jesús biológicamente, físicamente, pero nunca de su divinidad, pues en Él están contenidos todos los atributos propios de su deidad, Dios es creador de María y de todo el género humano.

Para que María fuera MADRE DE DIOS, debería poseer todos y cada uno de los ATRIBUTOS NATURALES QUE ÉL POSEE SIN FALTAR NINGUNO. ETERNIDAD, INMENSIDAD, OMNIPOTENCIA, OMNICIENCIA, INFINIDAD, OMNIPPRESENCIA. INMUTABILIDAD, VIDA, INTELIGENCIA y VOLUNTAD.

Más sus ATRIBUTOS MORALES que son: SABIDURÍA, VERDAD, FIDELIDAD, SANTIDAD, JUSTICIA, PACIENCIA, AMOR, BONDAD Y MISERICORDIA. No creo que estos sean todos los que posee, pero son los que nos revela la Biblia.

Para ser María fuera Madre de Dios, tendría que ser también “Diosa”, y poseer todos los atributos divinos antes mencionados, pero ella era humana y además pecadora, pues ella declara que necesitaba un Salvador, puesto que Dios mismo había mirado su bajeza (Su pecado). Lucas escribió las palabras salidas de su boca en su evangelio 1:47-48 “Entonces María dijo: “Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la bajeza de su sierva” Entendiendo por ”bajeza” condición de pecadora, consiente de su necesidad espiritual y del perdón de sus pecados, pues el pecado rebaja al ser humano en su dignidad y es Dios por medio de Cristo quien por su muerte vicaria efectuada en la cruz del Calvario restituye al hombre que acepta este sacrificio vicario por la fe y por la salvación que es en Cristo y adquiere, a un estado de dignidad para ser llamado hijo de Dios.

El razonamiento mal aplicado al título parece lógico, Jesús es Dios y María lo dio a luz. En otras palabras, desde una perspectiva católica romana, se podría construir un silogismo como el siguiente:

“Jesús es Dios. María es la madre de Jesús. Entonces, María es la madre de Dios.”

Argumento que en su muy particular “LOGICA TORCIDA” es pesimamente mal razonada. Veamos. Si María no es la madre de Dios entonces dicho silogismo está errado, pero ¿dónde? Vayamos a las Sagradas Escrituras para obtener mayor información. Primero en lo concerniente a la identidad de Jesús.

Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1ª. Timoteo 2:5).

Se puede comprobar fácilmente que Jesús era hombre porque tuvo hambre, sed, durmió, tuvo cansancio físico, etc., de igual manera que todos los hombres. La biblia enseña que Dios se hizo carne.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:1-4,14).

Creo firmemente lo que dice la Sagradas Escrituras en lo referente a la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo: María concibió por el poder del Espíritu Santo. (Lucas 1:26-38 y Mateo 1:18-25). A través de ella, Jesucristo, segunda persona de la Santísima Trinidad, consubstancial con el Padre y Dios verdadero de Dios verdadero, entró en este mundo, tomando forma humana. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

El título "Madre de Dios" se originó en el siglo quinto, debido a una confusión concerniente al misterio de la encarnación. Nestorio, Obispo de Constantinopla (428-431).

Pero definitivamente la verdad destruye la falsedad.

En el mundo, principalmente el Occidental se ve un fenómeno arraigado y continuo: la “veneración” de María. Se habla de una aparición aquí y otra allá, catástrofes profetizadas, refugio en su inmaculado corazón, protección del brazo justiciero de Dios en ella, se promulgan consagraciones de aldeas, pueblos, ciudades, naciones y hasta del mundo a su nombre, conjuntamente con dogmas nuevos que reafirman las creencias populares, círculos carismáticos presentan videntes tomados por la “señora” profetizando y se usa su intercesión para guardar hijos, bienes (bien o mal habidos), para empujar las almas de difuntos que se encuentran en el “purgatorio” hacia el cielo, para sanar enfermos, expulsar demonios y para acercarnos más a Jesús y a Dios el Padre!

La primera alusión que se hace de María en el Nuevo Testamento es en referencia a la genealogía de Jesús que muestra que Él desciende de Abraham y del rey David (Mat. 1:1). Mateo 1:16 dice “Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo” Bíblicamente, María es en primer lugar esposa de José y madre del Mesías (Cristo es una palabra griega que significa Ungido lo mismo que la hebrea Mesías) y nunca se habla de su lugar de nacimiento aunque era judía de origen, por consiguiente Jesús era judío pues según la Ley todo aquel que tuviera como madre a una mujer judía era considerado judío aunque su padre fuera un gentil (goi, en hebreo significa gentil, no nacido judío).

María nació de padres humanos, engendrada por un padre tan humano como Adán.

En una fecha tan tardía como el siglo V, se definió que María es "Madre de Dios ", y se incurrió en uno de los peores errores teológicos posibles. María es la madre de Jesús, la parte humana de Cristo que se hizo carne en el vientre de María por obra del Espíritu Santo para nacer como uno de nosotros. La Deidad de Jesús, Aquello que en él era Dios, existía desde la Eternidad, y por ello no podía tener principio, y por tanto, no podría tener progenitora. Es un absurdo creer que la madre existiera antes que el Creador. Como cristianos conocemos que María fue la madre de Jesús, no la madre de Dios, quien existe desde la eternidad y hasta la eternidad. El término "madre de Dios” no es un término bíblico, jamás se leerá en la Biblia este título “MARÍA MADRE DE DIOS” sino que fue introducido en la Iglesia Católica-romana en el siglo V, en el III Concilio ecuménico de Éfeso cuando tuvo lugar la famosa discusión contra Nestorio Obispo de Constantinopla (428-431).

En cuanto a los padres de la Iglesia dice Eusebio de Cesárea: "Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado, ni aun la madre del Redentor del mundo, sólo Jesús se halló exento de la ley del pecado aun cuando haya nacido de una mujer sujeta al pecado” San Ambrosio, doctor de la Iglesia y obispo de Milán, dijo: "Jesús él sólo a quien los lazos del pecado no vencieron, ninguna criatura concebida por el contacto por el hombre y la mujer ha sido exceptuada del pecado original; sólo ha sido exceptuado Aquel que fue concebido de una virgen sin aquél contacto, por obra del Espíritu Santo". San Agustín, doctor de la Iglesia, comentando el salmo 34 versículos 3, afirmó: " María, hija de Adán, murió por causa del pecado, y la carne del Señor nacida de María murió para borrar el pecado".

En cuanto a los doctores y teólogos católicos, citaré entre otros importantes al doctor de la Iglesia san Anselmo, arzobispo de Canterbury, quien en su obra "¿Por qué Dios se hizo hombre?” Dice: "Si bien la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante, la misma virgen de la cual él nació ha sido concebida en la iniquidad y nació con el pecado original" San Bernardo, gran devoto de María, en su carta a los canónigos de Lyon afirmó: "Sólo el Señor Jesucristo fue concebido del Espíritu Santo porque era el único Santo antes de la concepción” San Buenaventura, patrón de los teólogos franciscanos, afirma que todos los santos que han hecho mención de este asunto, con una sola boca han aseverado que la bendita virgen fue concebida en pecado original.

Pero la cosa no queda aquí, hasta hubo tres papas que mantuvieron ese mismo criterio: León I (440-461), dijo: "Así como nuestro Señor no encontró a nadie exento de pecado, así también vino para el rescate de todos”. El papa Gregorio el Grande (590-604), comentando el pasaje de Job 14: 4, expresa que Jesucristo es el único que no ha sido concebido de sangre impura, y el único también que ha sido verdaderamente puro en su carne. Inocencio III (1198-1216), dijo: "Eva fue formada sin la culpa y engendró en la culpa, María fue engendrada en la culpa y engendró sin culpa" Jesús pudo nacer de María sin ningún problema ya que no recibió su herencia genético-espiritual de ella, sino de su Padre Celestial. Por otra parte, y contrariamente a lo que se creía, la sangre de la madre no es la sangre del hijo que tiene en su vientre. Son dos vidas, la de la madre y la del feto, individuales y separadas. Por lo tanto, no era necesario que María fuera "sin pecado" como asegura actualmente Roma. El que el dogma católico romano diga que María fue preservada del pecado original, no tiene apoyo ninguno ni validez, ni autoridad alguna en la Escritura, y no sólo eso, sino que contradice abiertamente a la Biblia: "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno .... Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:10 y 23) "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12).

La Biblia declara que solamente ha habido un justo sobre la tierra en su propia justicia: Cristo Jesús hombre, ya que fue el único que no heredó la naturaleza caída debida al pecado de Eva y Adán. Jesús fue engendrado por el Espíritu Santo. La Biblia claramente nos habla de que sólo hay un justo, el Hijo del Hombre, Jesús, el cual se dio a sí mismo por todos nosotros: "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los justos, para llevarnos a Dios..." (1ª Pedro 3:18). María no podía morir de manera sacrificial ni por ella misma, ni por nosotros, sólo el Justo podía hacerlo, porque sólo Él nació sin la lacra del pecado original, pero María, concibió milagrosamente por el Espíritu Santo. Romanos 3: 9-31; 5: 12, Hebreos 4: 15; 7: 26, y dejan bien asentado que, excepto Cristo, no hay un solo ser humano libre de pecado.

Si María hubiese sido concebida sin pecado, como Roma hace creer, todos los creyentes tendríamos la libertad de acudir a ella para lograr “el favor" de Dios; aunque entonces ya no tendríamos un solo Mediador, que es Cristo hombre (1ª Timoteo 2: 5-7), sino que tendríamos dos mediadores, Cristo y María. Evidentemente esto es una aberración doctrinal porque es falso. Por lo que todo este invento de Roma, constituye una mentira y una blasfemia, ya que automáticamente se eleva a una criatura humana a la categoría divina. Veamos que dice la Escritura: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos" (1ª Timoteo 2: 5-6). Cristo es la única propiciación por nuestros pecados." Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." (1ª. Juan 2:1-2).

La Biblia dice que al único que debemos dirigirnos es al Dios vivo, en el nombre de Jesús, único Mediador, Sumo Pontífice, y Autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2). Colocar por en medio más personajes, es definitivamente una enseñanza pagana y una aberración a los ojos de Dios.

TIENEN QUE SER DISCÍPULOS DE JESUCRISTO. Para llegar a experimentar la pertenencia a la familia del Hijo de Dios, hay que “hacer lo que Jesús dice”: Sólo así se puede pertenecer a la familia de Dios. Y ¿qué significa oír y obedecer la Palabra de Dios? Significa creer en Jesús, que es la Palabra (Verbo) de Dios (ver Juan. 1:1) y obedecerle. La Biblia no enseña a ser hijos de María, sino a ser HIJOS DE DIOS, por la fe en Jesús el bendito Mesías. “Más a todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan. 1:12-13), “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gal. 4:6), “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gal. 3:26), “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él” (1ª. Juan. 3:1).

Aprendamos pues que María jamás declaró, comentó o pretendió adjudicarse el título de MADRE DE DIOS, decir esto es una mentira absurda, y blasfemia, es la Iglesia Romana que ha desviado la verdad de la Palabra de Dios, y por siglos ha manejado esta aberración y causante de torcer el verdadero propósito de Dios que es la Salvación del mundo por el conocimiento del Evangelio de la Gracia, y cuya figura única e importante es la de Jesús el Salvador del mundo que dio su vida en perfecto sacrifico agradable, santo y justo a Dios y en completa justicia, no de María, o los apóstoles o los servidores de Dios del principio de la era cristiana.

Es importante obedecer la Escritura. Creamos a la verdad de Dios y su Evangelio, y rechacemos todo género de desvío doctrinal mentiroso que daña la fe que es en Cristo Jesús, Señor y Salvador nuestro.