Himno de David. SALMO 23
Tú, Dios mío, eres mi pastor;
Contigo nada me falta.
Me haces descansar en verdes pastos, y
para calmar mi sed me llevas a tranquilas aguas.
Me das nuevas fuerzas y
me guías por el mejor camino, porque así eres tú.
Puedo cruzar lugares peligrosos y no
tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado;
me guías por el buen camino y me llenas de confianza.
Aunque se enojen mis enemigos, tú me
ofreces un banquete y me llenas de felicidad;
¡me das un trato especial! ...
Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde tú vives...
¡Deja que Dios apapache tu corazón y acaricie tus heridas! Solo cierra tus ojos y habla con Dios, Él tiene cuidado de ti. ¡Porque te ama! Besos y abrazos a todas las más hermosas mujeres que fueron, son o serán madres algún día y aquellas que con su alma han engendrado hijos…
|
|
 |
|