La Biblia nos otorga la posibilidad de discernir los tiempos del Apocalipsis. La profecía está dada con un solo objetivo final: Para llamar a la reflexión y a la fe en Jesucristo como Salvador. Hoy se cumplen delante de nuestros ojos diversas señales anunciadas de índole político, religioso, social, climatológico, tecnológico, etc. Dijo Jesús: ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos? Mateo 16:3
La gloria futura (Romanos 8:18-25)
18 Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.
19 Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quiénes son verdaderamente sus hijos.
20 Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza,
21 la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios.
22 Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto;
23 y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió.
Recibimos esa esperanza cuando fuimos salvos. (Si uno ya tiene algo, no necesita esperarlo;
25 pero si deseamos algo que todavía no tenemos, debemos esperar con paciencia y confianza).
HAY UNA ESPERANZA PARA LOS QUE CONFIAN EN DIOS...