Los resientes acontecimientos en el mundo, nos llevan a una
reflexión obligada.
¿En qué tiempos estamos? ¿Qué significan todas estas señales?
¿Habrá, acaso algún mensaje?
A lo largo de mis 31 años de vida, he tenido el privilegio de vivir una
serie de experiencias maravillosas, créeme, nada de lo que me ha
pasado lo cambiaría; tal vez muchos puedan pensar que soy masoquista,
pero realmente mi vida y mi destino es extraordinario.
A los cinco años Dios PERMITIÓ que yo perdiera la vista del ojo izquierdo, y así fue.
A los diez años de edad, tuve un accidente automovilístico, que
me dejó serias lesiones en gran parte de mi cuerpo, las cuales siguen en
mí hasta este momento, y continué mi caminar.
Cuando cumplí quince años, me diagnosticaron desprendimiento de retina en el ojo derecho y
los médicos no pudieron hacer nada, perdí la vista de ese ojo también,
con lo que llegó a mi vida la ceguera total; no obstante alcé la mirada y
decidí avanzar.
No te voy a mentir, en el momento hubo dolor, molestia,
incertidumbre, e inclusive rebeldía; más, Dios me mostró sus
maravillosos planes para mí, y fue cuando entendí el porqué y para qué
de todos estos acontecimientos.
El tenía preparado para mí una hermosísima misión que desde hace
unos años, tengo el honor de llevar a cabo con gran valor y amor.
Hoy nos enfrentamos a una contingencia, que quizá, está fuera de
nuestro control, sin embargo, no estamos solos, aunque tú no le veas,
Dios está en ti y contigo.
No dejes que personas mal intencionadas, te hagan sentir miedo, hay
quienes dicen que el fin del mundo está cerca; y la verdad es que eso ni
siquiera Jesús, el hijo de DIOS lo sabe, porque así está escrito, solo Dios
nuestro Padre sabrá cuando.
No creas en ello de que el Apocalipsis se ha adelantado, porque el
amor de Dios es más grande que cualquier Apocalipsis.
Solo quiero compartir contigo lo siguiente, no importa nada de lo que
esté pasando a nuestro alrededor, Dios nos ha dado la fantástica
oportunidad de vivir llenos de paz y amor, deja que El te abrace y te lo
demuestre, y verás que si Dios está contigo, quien estará en contra de
ti.
Yo no quiero hablarte de religión o libros, únicamente te comparto lo
que Dios ha hecho y sigue haciendo en mí.
Cada día tenemos la oportunidad de ser felices, aprovéchala y
disfruta de la alegría de vivir; no pierdas el tiempo en pánicos absurdos,
que solo te desvían de tus seres queridos, has de cada día una
experiencia estupenda; reacciona, la verdadera felicidad y cura a la peor
de las enfermedades, está en tus manitas. Cuando te digo lo de la peor
enfermedad no me refiero a la influenza o a cualquier otro virus; nomás
hablo del miedo y la desesperanza, esas si son capaces de acabar con lo
único que es intocable por los miles de padecimientos clínicos existentes
en el mundo; el alma y el corazón.
Ten presente algo que es sumamente importante, Dios no nos va a
dar más de lo que podamos resistir; entiende bien esta partecita, cada
una de las pruebas que nos son dadas, no son para ver que tan buenos
somos, no, Dios únicamente quiere que aprendamos a vivir mejor y con
tranquilidad; ese vivir mejor se refiere a dar todo de nosotros, de en
verdad amarnos entre todos y hacer el bien, aún por aquellos que viven
en maldad; deja que Dios te abrace y quite todo dolor y angustia, el
tiene el poder de calmar los mares, de echar a las montañas al mar y el
hacer que la muerte se vuelva vida.
Y hoy quiere calmar ese tsunami de temores que hay en ti, dale la
oportunidad de hacer en ti una obra de amor.
El quiere lanzar al vacío todas esas montañas gigantescas de dolor
que existen en tu corazón, por aquellas heridas que habitan en tu alma;
permite al médico divino que cure tu espíritu.
La peor muerte es en vida, que el brillo de tus ojitos no muera, pon
tu mirada en la luz de Jesús, quien te desea obsequiar luz de vida paz y
fe.
Anímate, vamos, levántate, no te rindas, habemos muchos que te
necesitamos y te necesitamos bien, así que a dar la mejor pelea de tu
vida; abre tus alas y vuela hacia la felicidad y no pares de vivir
intensamente, no importa en qué fase de la contingencia estemos; lo
importante es que hagas de tu vida una experiencia maravillosa llena de
paz, fe y amor;
Juntos hagamos la cadena más grande del mundo, una cadena de
fuerza y luz, únete a mis manos y hagamos frente a todos aquellos que
solo desean hacernos mal; demostremos que el amor de Dios es más
grande que cualquier virus y crisis; sonríe y levanta tu carita, porque la
gloria de Dios está en ti, y en mí.
Esta no es una cadena cualquiera, es una cadena de paz y amor,
pidamos por la tranquilidad de todos nuestros seres queridos y
compartamos estas líneas con quienes más amamos, anímate ayúdame
a que esta misión llegue a todos los rincones de este planeta; colócalo
en tus sitios de la red, imprímelo y reparte copias, vamos unidos
hagamos la diferencia; demos paz y felicidad, no solo cubre bocas.
Acabemos con la influenza capaz de atacar el alma; una sonrisita es
la mejor vacuna para no caer en sus manos; una palabra de fe y amor
es el mejor retro viral para erradicar este terrible virus.
Recibe de mi parte una enorme bendición llena de tranquilidad,
alegría, fe, amor e intensas ganas de vivir al máximo.
Que Dios te bendiga, hoy y siempre, con cariño tu hermano y amigo:
Sue Aguayo.
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