Los buenos discípulos de Dios tienden   siempre a ser buenos cónyuges.

Su papel como esposa o marido es grandemente prioritario por ser un cristiano fiel y en desenvolvimiento. Las personas que no poseen un relacionamiento íntimo con Dios son significantemente limitadas, destinadas a confiar en sus propios sentimientos, pensamientos y esfuerzos.

Cuando rechazamos obedecer los mandamientos de Cristo, nuestro cónyuge esta destinado a lidiar con la caída.

Solo aquellos que viven en comunión con Cristo son capaces de abrir su caja de herramientas para el matrimonio.

Su palabra ira a levantarlo espiritualmente y equiparlo para todo buena obra.

Su consejo puede guiar las decisiones con sabiduría divina.

En vez de que su cónyuge dependa de sus propias influencias para cambiarlo, él sabe que el Espíritu Santo ya esta ocupado trabajando en él y ayudandole a madurar de dentro para fuera.

Si es romantico para una mujer ver a su vigoroso marido humillarse y acercarse ante su Dios.Ese amor lo verá sobre ella misma 

Es inspirador para un hombre ver a su esposa viviendo con convicción y pasión profundas.

Caminar con Dios es mejor que un millón de libros para casamiento o sesiones de aconsejamiento.

¡COMIENZA A CAMINAR CON DIOS,ESPOSO Y ESPOSA!